A pesar de ser festivo, el Unicaja jugó en el Martín Carpena el que sería su quinto partido en la Basketball Champions League, arrollando al equipo húngaro con un aplastante parcial de 23 puntos (88-65) y clasificándose para la ronda de dieciseisavos. Alberto Díaz llevó la voz cantante esa noche a pesar de entrar desde el banquillo. Los cajistas disfrutaron desde la pista y desde la grada, siendo la valoración final del partido prueba de ello (103-41). No fue un gran día desde la línea de tres, pero los de Ibon Navarro no necesitaron de ellos para ganar.
El partido comenzó igualado hasta alcanzar los primeros tres minutos de encuentro, donde el equipo de Málaga consiguió despegarse en el marcador. Tyson Carter y Alberto Díaz lideraron un parcial de 7-0 que daría al unicaja una ventaja lo suficientemente cómoda para no volver a sentirse en peligro el resto del encuentro. Benke y Barac hicieron que la ventaja no aumentara más de la cuenta para el equipo húngaro. Djedovic y Will Thomas pusieron la guinda al pastel en este intenso primer cuarto donde la defensa cajista fue casi perfecta, acabándolo con un gran 22-14
A la vuelta de este primer parón el conjunto verdimorado comenzaría a aumentar su ventaja donde el bosnio Djedovic firmaría un triple y un gran 2+1 que separarían un poco más al Unicaja. Perl y Por se repartían los puntos para el equipo visitante. El unicaja seguía imponiéndose en ambos aros donde Ejim y Kameron Taylor castigaban en ataque y los interiores Yankuba Sima y Kravish defendían la canasta local. El partido no parecía poder escaparse, y Osetkowski remató la primera mitad como él quiso. Primero con un contrataque a pase de Alberto Díaz, después con un triple y terminándolo con tiros libres. Al descanso la diferencia era un claro reflejo de lo que se veía sobre el parqué, (45-27).
El Unicaja se relajó al volver a la pista, cosa que aprovechó el equipo húngaro plantando un parcial de 0-10 a la vuelta del descanso, haciendo parecer que el encuentro se podía complicar para los de Málaga. Perl, Tiby y Pongo fueron los anotadores del Szombathely. Ibon Navarro no dejaría que siguieran así. Tiempo muerto, mente fresca y a jugar. La charla funcionó, y tan solo hubo 5 puntos en cinco minutos de los visitantes. Kravish seguía con su defensa en la pintura y Alberto Díaz, como siempre, desde el exterior. El Unicaja se iba de más de 20 al último cuarto, (62-41).
A pesar de que los triples no quisieron entrar, el último cuarto acabó con tranqulidad, Alberto Díaz y demás acababan con normalidad desde dentro. Yankuba Sima y Kameron Taylor atacaban sin piedad el aro rival y la ventaja de más de 20 puntos no bajaba. Los húngaros trataban de reducir la difererencia, pero el partido tan solo tuvo un dueño. El Carpena y su afición pudo disfrutar de un gran espectáculo del Unicaja de Málaga.